«El turismo es riqueza»

Mensaje del Secretario General para el Día Mundial del Turismo de 2006

No es de extrañar que la última Asamblea General de la OMT decidiera dedicar el Día Mundial del Turismo de este año a un lema breve y contundente: «El turismo es riqueza». A medida que, gracias al turismo, cada vez más países van saliendo de la lista de los Países Menos Adelantados establecida por la UNCTAD, las comunidades descubren una vida mejor, una vida en la que pueden sentirse orgullosos de su entorno y de su cultura y donde las pequeñas empresas cobran auge en sociedades tradicionalmente pobres.

Si se gestiona conforme al Código Ético Mundial para el Turismo, la actividad turística representa realmente un instrumento para lograr los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio. Pero, ¿qué hemos aprendido exactamente desde que se lanzó la primera campaña «El turismo es riqueza» en la Conferencia Mundial sobre las Comunicaciones en el Turismo -TOURCOM- en 2004?

No cabe duda de que el turismo mantiene la economía mundial en movimiento. Es la primera partida del comercio internacional, genera el mayor volumen de ingresos por exportaciones y da empleo a millones de personas. La mayoría de esos puestos de trabajo se encuentran en empresas familiares de pequeño o mediano tamaño.

El turismo es fundamental para la balanza de pagos de muchos países, especialmente de naciones pequeñas en desarrollo para las que a menudo es la única forma de competir en el dinámico sector de los servicios a escala mundial. Los empleos y las empresas se crean con frecuencia en las regiones más subdesarrolladas, ayudando así a expandir las oportunidades económicas por todo el país y ofreciendo un incentivo para permanecer en las zonas rurales.

Sin embargo, el enriquecimiento no debe entenderse sólo en términos económicos. El medio ambiente y la cultura local también se benefician cuando los ingresos estatales derivados de los bienes y servicios relacionados con el turismo se utilizan para restaurar monumentos, inaugurar museos y declarar parques nacionales. Y, a medida que el turismo crece, también lo hace la necesidad de mejorar las infraestructuras: la construcción de nuevos aeropuertos, carreteras, puertos, sistemas de alcantarillado y plantas de tratamiento de aguas mejoran a su vez la vida de la población local.

El turismo tiene una importante vertiente humana. En México, hay personas aprendiendo a fabricar productos tradicionales, mientras que las mujeres del Asia Central han vuelto a tejer alfombras de motivos geométricos como las que hacían sus antepasados nómadas para venderlas a los turistas. En la pampa argentina, un grupo de gauchos interpreta bailes herededados de sus bisabuelos para los visitantes, otro ejemplo de cómo el turismo ayuda a conservar la cultura. Y en Malasia, un pescador que no tuvo suerte en el mercado laboral de la capital, ha vuelto a la tierra de su familia y a los métodos de pesca tradicionales para servir comidas en un complejo de playa de reciente inauguración.

Los huéspedes y los anfitriones se benefician mutuamente. Incluso los turistas de viajes organizados absorben algo de la cultural circundante asistiendo a una fiesta en un pueblo, comiendo en un restaurante local o regateando para llevarse un recuerdo.

Padres agotados por el trabajo que pasan una semana con su hijo en una playa tropical, una familia que comparte un interés por visitar las ruinas de una civilización pasada, o dos hermanos separados durante largo tiempo que se reúnen en el lugar favorito de las vacaciones de su infancia, son situaciones que refuerzan los lazos que conforman la propia esencia de la sociedad.

Pero, por encima de todo, el turismo es riqueza para aquellas familias y comunidades que serían mucho más pobres, en lo espiritual y en lo material, sin las oportunidades que les brinda.

1 comentarios:

Mónica dijo...

Qué hermoso texto, me llego a emocionar lo que dice aquí. Es muy cierto. Ojalá sea tenido en cuenta.
En lo personal me encanta colaborar en todo lo que esté a mi alcance para fomentar el Argentina!

Muy lindo, de verdad, te felicito, hermosas palabras.

Un cálido saludo,
Moni.